13/11/08

40 días y 40 noches.

Nada puede ser más desesperante que la espera. Y no hablo de los 9 meses. Aunque siendo sincera para el noveno mes ya estaba diciéndole al inquilino que cuando quisiera salir estaba todo listo, la ropa, la cuna, los pañales y los progenitores ansiosos por verle la cara. Todos listos.

Llega el momento, nace el heredero y comienza la histeria. Y ellos, los otros, comienzan a dar vueltas como leones enjaulados. La cuenta regresiva se marca en el calendario esperando que los 40 días pasen en un abrir y cerrar de ojos, en lo que tarda en caer la hoja del árbol al suelo, en un suspiro. Y lidían con su amor desbordado por ese pequeñin que al fin les dió el gusto de apreciar las tetas del tamaño que siempre quisieron tuvieran sus mujeres.
Pero no, los pobres ahí andan. Aguantando vara. Viendo como nos absorben todo el tiempo y los pensamientos el nuevo integrante de la familia. Sintiendo que las horas duran más de lo debido.

Cuando al fin pasa el mes y medio, ansiosos, enomorados cual urgidos adolescentes, avanzan en plan seductor para encontrarse con una madre primeriza que además de histérica esta cansada, con sueño y por lo general con inseguridades.

Porque el sweet baby puede escuchar o despertarse en cualquier momento y ni modo que su llanto nos lleve al coitus interruptus. Porque los puntos de la episiotomía o los de la cesaría puede que no estén del todo curados a pesar de que el galeno diga que todo esta en orden. Porque las estrías nos acomplejan, la leche se sale con el orgasmo, porque los kilos de más aún no se fueron, porque nuestro cuerpo ya no es nuestro es del baby!!! por favor que somos vacas lecheras de alta productividad che!!! y porque en definitiva llevamos algo más de 9 meses sin tener cintura!


Y entonces ahí les ves las caritas, no a los babys, si no a los otros, contrariados, ¿deseperados?, con las ganas que se le salen por todas partes. Porque se deshacen de ganas de sentir y hacernos sentir. De corporizar el sentimiento de felicidad y porque las hormonas nunca tuvieron fama de saber esperar.

El punto es que luego no sólo los otros son los que andan más calientes que el sol. Nosotras también andamos con la hormona alborotada. No lo neguemos. Ta bien que andamos como mensas absortas en el baby pero bueno. Una cosa es una cosa y otra cosas es otra cosa, o no?

Hasta que al fin llega el día en que los planetas se alinean, la luna esta llena, el sweet baby justo se duerme temprano. Entonces el romanticismo surge, dependiendo el termostato interior, obvio. La acción queda en la cama... pero debajo de la almohada, esperando por noches que nos encuentren con menos sueño y cansancio a los dos.

O no les paso así?

13 comentarios:

Anónimo dijo...

No se me había ocurrido para nada. Qué desesperante debe ser para los otros el hecho de ver a la mujer cansada, sensible, con la moral baja, agotada...y tener ganas de demostrarle cariño, pero sin que ella se sienta mal:

- ¿Qué no ves que estoy cansada? vos sólo pensás en ESO! ¡ES LO ÚNICO QUE TE IMPORTA! YO NO TE IMPORTO.

Y si ya eramos histéricas...

Maguita dijo...

Hola!!! poniendome al dia con tu blog, cuanto para leer... ya comentare con mas tiempo. Un beso!

Ana dijo...

Todavía no me pasó, pero estamos en eso... estamos trabajando para usted!

madre histérica dijo...

Pupolina: es un tema pero por lo general ambas están con mucho sueño.

Maguita: qué bueno verla por acá.

Ana: siga trabajando, es la parte más divertida.

Leo dijo...

jejejejej ;-D saludos sos una campeona.

Marina dijo...

Hola linda! muy bueno el post y muy cierto! ja ja, pero bueno, lamentablemente en esas épocas no les queda otra que esperar!!, los procesos son asi!!, al final, todo pasa.
Besote grande!!.

madre histérica dijo...

Leo: ;D gracias.

Marina:Hola!!! menos mal que todo pasa jajaja.

Anónimo dijo...

No soy mama y me falta mucho para hacerlo, pero si lo planteamos de esa forma... No, no podria, si de por si ya soy insegura como soy ahora, con un bebe a cuestas, lo seria mucho mas.

Pobre del tipo que me tenga que soportar.

Unknown dijo...

Ja ja que buen post te haz creado, me siento plenamente reflejado, asi fue con nuestro primer hijo...

Muy divertido.

Saludos

Morena dijo...

Cierto, ciertisimo.
Pero lo raro es que con el segundo no pasa, sera que ya estamos acostumbradas y no queremos ver esas caras de desesperacion por un poco de amor.

madre histérica dijo...

nehuatl: no te preocupes, todo pasa.

Mr.Ciber! bienvenido sr. Gracias. Al fin una opinión masculina al respecto.

Morena: Es que con el segundo una ya vive con sueño, asi que una mancha màs al gato no le hace, ja.

Anónimo dijo...

si, si todo muy lindo, pero a mi mujer luego del segundo, le quedaron menos ganas de un tiro, que de hacer caminata a lujan, aparte se siente como un intruso uno, y para colmo vos decis, che, pero mira que no necesito pastilla azul, estoy hecho un pingo, pero igual nada, asi no, el SESO es muy importante, sino, asi como tenes alguien que te ayuda con la limpieza de la casa, tengamos alguien que te ayude con la otra limpieza, NO?

wALTER E. GOu

madre histérica dijo...

Walter: Bienvenido. Jajaja, te pasas!
Entre el cansancio, la depresión post parto y la demanda continua del sweet baby, le llegas a decir que necesitas ayuda para aliviar tu acumulación desmedida de testosterona y te manda al diablo!!

Pero entiendo la situación, a lo que puedo decirte que siempre podés recurrir a la mano amiga de siempre. jajajaja.