6/1/09

Traumas no superados

Sinceramente siempre fuí (y sigo siendo) mi más cruel crítica. O sea, eso de verme en el espejo más de 2 milisegundos para apreciar mi "belleza" nunca se me dió. Para qué, si no hay cirugía que pueda arreglarme!. Y la culpa, porque hay que echarle la culpa a alguien, la tiene mi madre, OBVIO!

Cuando adolescente odiaba el regreso de mi progenitora con las bolsas repletas de ropa que yo no quería, no me gustaba, no me quedaba bien y por sobre todo no iba con mi edad!! Alguien me quiere explicar qué carajo hace una piba de 16 años con un traje sastre, eh??!!!

Si no se aparecía con pantalones totalemente fuera de moda, los traia tres tallas más grandes o 5 tallas más chicas. Y entonces comenzaban las trifulcas tipo A:

yo teenager: pero no ves que no me entra?!
mi madre: y claro, si te la pasas comiendo alfajores, estar re gorda!

o las trifulcas tipo B:
yo teenager: pero no ves que me queda enorme?!
mi madre: aiii bueno, es que como subiste de peso no sé bien qué talla sos.
yo teenager: no subí de peso, me crecieron las tetas!!!

Asi que, acomplejada como era, me escondía en la ropa más holgada que encontrara para cubrir mis curvas, a las que yo veía como gordura, y me ponía lo más hippie posible. De esa etapa me quedó la falta de costumbre de andar en polleras y tacones.

Prefería las trifulcas a compartir una tarde con mi madre entrando a cuanto local de ropa de Avenida Cabildo fuera de su agradao, donde las blusas me quedaban de hombros y no cerraban al frente. Y claro, tener que ver las jetas y escuchar los murmullos de una madre decepcionada por no tener una hija que cupiera en las tallas anoréxicas de esa época.

Por suerte una crece y lo que te diga tu vieja termina por entrar por un oido y salir por el otro. Una va haciendose cargo de su cuerpo y lo asume con más o menos complejos pero lo asume. O al menos eso pensaba hasta que llegando a mi casa del hospital recién parida y con primogénito en brazos (o sea hormonas alborotadas y depresión post parto en puerta) mi madre dijo:

-mirá lo que te compré! Unos pantalones que sí te queden porque conociéndote no creo que seas capaz de bajar esos 15 kilos de más nunca... así que mejor de una vez grandes para que no te deprimas.

Divina mi vieja!

12 comentarios:

Juan dijo...

Una de esas madres.... por favor no, gracias

madre histérica dijo...

Juan! jejeje... que suegra te tocó en desgracia, verdad???!! ajaja

Juliusss dijo...

Madre: Es curioso, al leer estas lineas, me hiciste remontarme a mi juventud también. El bachillerato, lo estudié en una Vocacional, donde, podrás dar fe, de la efusividad y folclorismo de la fauna juvenil, y el primer día de clases, mi padre me obligó a ir con pantalón negro, camisa blanca, corbata roja, zapatos negros y una chamarra negra de gamusa; sobra contarte cómo me sentía entre tanto adolescente enmezclillado y tan informal, y sobre contarte también de las calurosas bienvenidas que dan en los colegios públicos a los alumnos de nuevo ingreso. Al no estar dispuesto a tolerar vejaciones o maltratos, ese día, rompí las mangas de la camisa, la corbata me la anudé en la frente (a la Rambo), entubé los pantalones de vestir con un doblez en las valencianas y con toda la desfachatez posible, caminé por mi nueva escuela. Con el tiempo, aprendieron a respetar mi decisión para dejarme vestir como quería.

P.D. Duele, cierto, pero ahora, con mi hijo de 13 años, al verlo con sus pantalones a media nalga, la mitad de los boxer de fuera, con los tenis desabrochados, las playeras o sudaderas largas y los pelos enmarañados con gel, me identifico un poco con el sentimiento de mi viejo.

madre histérica dijo...

Juliusss: te imaginé super bien! Te felicito por la actitud que tuviste... en cuanto a tu hijo, pienso lo mismo con respecto a los mios. jajaja.
Qué alegría tenerte por acá otra vez, te extrañaba!

Anónimo dijo...

Jajajaja, perdón por reirme.
La mia me hacía de todo pero con el peinado, le encantaba cortarme el pelo como su ánimo estuviera ese día. Un día me cortó como futbolista, corto por los costados, largo por el centro. Otro día me corto hasta la altura de las orejas, pero yo tengo el pelo rizo rizo, imagínate, parecía Robin Hood crespo!

Hay estas mamás son de terror.

Un abrazo,

Lu
Mamá de DOS chancletas

Alejandra dijo...

Con una mamá así, no te hacen falta enemigos!!!!! jajajajaja.
Mis condolencias.
PD: Algo bueno tiene que tener, o saliste a tu papá???

madre histérica dijo...

Lu: reite tranquila, a esta altura del partido yo también me rio.
a mi también me cortaban el pelo a la altura de las orejas, pero con el pelo ondulado se me hacía como un triángulo, algo similar al peinado de mafalda.

Alejandra: Ufff cada día me convenso más y mas de que soy adoptada. jajajaja

Anónimo dijo...

Las cosas que mi hiciste acordar!!!
1º día de clases y yo con "maletin" cuando todos tenían mochilas! (ese fue mi viejo).
Mi vieja era todo lo contrario. Tanto le rompían las pelotas de chica que no quiso hacer lo mismo conmigo. Asi que siempre me decía que estaba todo bien y que todo me quedaba lindo, y recién en la calle cuando alguien se reía me avivaba de que estaba vestida como un payaso!!! y buehh ...

Juliusss dijo...

Upsss... ni hablar de cortes de cabello. A mi me lo llegaron a cortar del tipo "principe valiente" y me enca$%$% porque me decían que parecía niña, después fue el extremo, pues me rapaban a cero, dejándome únicamente un triangulito de cabello al frente (como niño de película española vieja).

Anónimo dijo...

jajaja
mi mam'a me hacia los vestidos y quedaba como una muñeca, de bebe, pero ya mas grandecita, yo quedaba siempre como la que "se viste raro" en fin, sobrevivi, y aunque no lo crean todavia voy con ella a comprar mi ropa (y ya no visto "raro"), tambien me toco el corte tipo Lampara y para colmo mi esposo me dice que me parezco a mafalda!!!!

algo similar a lo de julius le paso a una companerita de colegio, las monjitas le dijeron a su madre que debia mandarla de vestido y zapatos de charol mientras le hacian los uniformes, el problema es que eran plenos años ochenta y teniamos 14 años!

se imaginan?

ahh , lo que nos hace el amor de nuestras madres!

Fabiana dijo...

¡Qué dulce tu vieja!
Y más por esos días en los que todo lo que te dicen te suena como una patada en los riñones. Un horror.
Ah, me gustó el blog. Vi luz y entré. Creo que todas las mujeres tenemos algo de madres. Pero sobre todo de histéricas.
Un saludo.

Bandida dijo...

ahhh madre histerica, este post IS SO TRUE!!! Es asi nomas, la principal critica destructiva que uno recibe es de la madre.
Me gustaria que mi mama me viera ahora que finalmente estoy mas o menos flaca, pero no puedo porque esta muerta.
Pero durante toooda su vida me torturo con el tema, cuando ella tambien era gorda!