Here we going again...

Yo en otra vida tuve algo serio con la educación. Seguro fui o muy quilombera o toda una innovadora. Una María Montesori, o un Freinet, un Freire algo asi... porque lo que estoy pasando ahora con las escuelas tiene que ser cuestión de Karma!
Llegamos otra vez al fin de año escolar y otra vez me encuentro buscando escuela. La mala suerte que hemos tenido para encontrar un lugar donde la educción de nuestros herederos es de no creerse.
Cuando primogénito nació encontramos en un lugar maravilloso, un oasis en la mega ciudad donde habitamos. Al fondo de un parque ecológico, con ardillas, un pequeño estanque lleno de peces naranjas y un intento de granja con algunos patos y gallinas disfrutando del agua de manantial que corría por el parque. Nos abocamos al sistema Montesori. Con el primogénito de un año que ya caminaba y casi corría por todos lados.
Todo fue maravilloso hasta que las guías comenzaron a cambiar cada mes sin explicación alguna. Cuando cumplió tres años lo inscribimos en otra escuela, de esas a las que "si no lo inscribís desde jardín después esta en chino que entren en primaria!". Pasamos la entrevista con la directora, una eminencia en la educación con técnicas Freinet. Escuela activa donde se enseña a los niños a aprehender investigando desde pequeños, a construir el conocimientos mediante los materiales que nos rodean. Algo así como: teniendo de ejemplo una vaca puedo enseñarles todo: matemáticas, lengua, biología, economía, civismo, ciencias sociales etc. Cómo? dirán, pues si, es lógico, el conocimiento formal no debe nunca estar alejado de la cotideanidad, si no de qué carajo sirve saberlo. ej. Lengua: La vaca da leche, la vaca:sujeto, da leche: predicado, etc.
Matemáticas: Cuántas vacas tengo? y si le pido al vecino una vaca más, cuántas son?
Biología: y si el vecino no tiene vacas y mejor me presta su toro. Qué pasa cuándo junto a la vaca y al toro?
Todo muy lindo, todo muy maravilloso todo marchaba bien, terapia de lenguaje y escuela iban de la mano trabajando en equipo. Hasta que dos semanas antes de que terminaran las clases nos dicen: su hijo seguro tiene un retraso muy grande, no se integra al grupo ni a nada, es un antisocial, no sabe el nombre de sus padres, no puede caminar en linea recta, no logra los requerimientos básicos y no podemos inscribirlo en primer grado.
La cara de what? salto de nuestras caras. Hablaban de mi hijo? del que corre desde el año, del que trepa todos los árboles? ese mismo niño no puede caminar en línea recta??? El que va a cualquier lado y se pone a charlar con quien tenga enfrente? ese hijo es el antisocial???
Salimos de ahí con una hoja llena de impresiones descriptas de su maestra de preescolar sin membrete de la escuela y sin firma de la directora. Solo con una letanía de definiciones que cuando una psicóloga la leyó dijo: Esta es la descripción de un niño con severo autismo y que no haya tenido contacto humano jamás en su vida.

A partir de ahí se sucedieron una cantidad de escuelas recorridas, de directoras a las cuales les dije que cosa tenía primogénito, que terapias se habían tenido y en que condiciones habíamos salido de la escuela anterior. Con la carta de las especialistas donde daban de alta a mi hijo y donde recomendaban no seguir con terapias pues ya llevaba mucho tiempo en ese proceso y el heredero se sentía sumamente observado.
Después de muchos: no tenemos cupo, llegamos a una. Disque activa también. Muy abiertas ellas, con un grupo reducido de 13 alumnos en el salón. Muy ideal. Para que a mitad de año dijeran en reunión de padres que a mitad del curso le urgía tomar terapia y que la escuela no se hacía responsable del desarrollo académico de los niños si no iban a terapia. Uno les paga 70 mil al año y ellos no se hacen responsables del desempeño académico... por dios!!!
Primogénito iba bien bimestre a bimestre... hasta que terminaron bajándole 3 puntos la calificación en matemáticas y español y lo hicieron repetir. Y remataron con la siguiente frase que se me quedó clavada: Si los padres hacen lo que quieren con los niños, nosotros hacemos lo que queremos con las calificaciones. Otra vez a fin de ciclo escolar.

Terminamos hartos de la lavia activa, de la muy buena onda, del discurso bonito, de las propuestas alternativas.
Acabamos sin muchas opciones en una escuela pública. A la que llegamos por decisión azarosa de algún empleado público desganado. Terminamos en el grupo del maestro que escribe con faltas de ortografía, que no tiene autoridad ante el grupo y tiene la autoestima por el subsuelo. Que ante cualquier cosa te sale con el TDAH.
La semana pasada acabaron de informarnos que cambiaran a todos los niños de grupo, de los tres primeros barajaran con nombres y formaran nuevos grupos. Con lo cual los niños quedarán con algunos de sus compañeritos del año anterior si tiene suerte y además a primogénito le tocará una maestra a la cual le tiene terror.

Y por otro lado esta Chinos Locos. Que con su lenguaje casi inteligible dijo: no quiero estar mas en este jardín. Me gritan mucho.
Así que otra vez, estoy en busca de: un espacio donde los chicos estén seguros en cuanto a infraestructura, donde tenga suerte y encuentre docentes de vocación que no le echen la culpa a los niños cuando se topan con su ineptitud, que tengas ganas de trabajar en conjunto con los padres y no nos traten como el peor mal que les pueda pasar a los niños.

Encontramos una, con una directora que nos escucho todas y cada una de las situaciones que pasamos. que vio con detenidamente cada reporte de las terapeutas y dijo tener experiencia con chicos con problemas de aprendizaje. Chicos que según ella, en sus 21 años de experiencia, puede asegurar que el 90% de la veces no es problema de los chicos sino de los adultos que no supieron cómo enseñarles.
Y otra vez, todo suena muy lindo, muy coherente, aparentemente muy sensato.
Pero vieron cuando una se quema con leche, ve una vaca y llora?

Estos días ando en esas, estresada. Pensando en que no debería ser tan complicado.Rogando que esta el trabajo que haremos en las vacaciones termine por ayudar definitivamente a los enanos. Mis herederos no tienen gran cosa, se puede solucionar pero parece que nos topamos con cada desastre. Hemos ido y venido. Hemos asumido lo que nos toca, en el trabajo en casa, en las terapias que necesitan... no puedo ir a pararme en el salón y hacer el trabajo de los docentes, porque no sé hacerlo, no estudie magisterio.

Rogando porque esta vez sí tengamos la suerte de encontrar la escuela donde terminen la primaria y dejar de andar yirando año con año.
Así que lectores, pongan los santos de cabeza, recenle a lo que crean, crucen los dedos... la semana que viene les harán pruebas de valoración a los herederos una vez mas.