El árbol

Lo que más disfruto del fin de año es el árbol de navidad. Porque la única ventaja de pasar las fiestas con frio es que puedo comprar mi verde y perfumado pino. Lo demás lo padezco como la mayoría de la gente. Que si el suegro, la cuñada, en tu casa, en la de ellos, que si tal se peleo con cual, que aquel no le habla hace años, que si aquel va el otro no, etc etc.

Mi familia política, no es nada política y mucho menos diplomática. Se agarrán de las mechas cada rato y todo gracias a la venenosa lengua de mi estimada suegra, un amor la señora. La ventaja de tales trifulcas es que por lo general no compartimos la mesa en estas fechas. Pero cuando nos toca hacer acto de presencia ufff sólo me consuela ver el árbol que brilla con sus esferas y luces.

Me queda claro que no estoy en mi tierra, que además es invierno!!! que soy la única que se crió con otras tradiciones. Bla bla bla. Pero eso no quiere decir que todos los 24 de diciembre tenga que tragarme los romeritos y el bacalao!!!!!!

Así que este año me impongo. No habrá pavo ni romeritos, ni ensalada de manzanas ni nada de esas cosas. Este año puro tomates rellenos, vittel toné, ensalada rusa, lengua a la vinagreta, matambre, pionono de atún, cabrito asado, pollo asado, ensaladas y helado de sambayón (claro, si logró encontrar helado de sambayón en méxico!!!!!) Y me importa tres cominos que haga 3 grados de temperatura.

Ya va siendo hora que los herederos tengan una navidad al estilo cono sur. No les parece??